martes, 6 de abril de 2010

La realidad sobre el medio ambiente en Costa Rica

La presente noticia fue publicada en la sección de opinión de la nación y escrita por Bernal Monge. Esta publicación es autorizada por Milenio Tres S.A.

Es importante y necesario un uso sostenible de los recursos naturales, que permita generar empleo, dado que situaciones como las que se han presentado en Guanacaste y la península de Osa, nos demuestran que en Costa Rica no somos tan amistosos con el medioambiente.

Los arrecifes de coral del Parque Nacional Marino Ballena están muy amenazados debido a la urbanización descontrolada y la tala indiscriminada junto al cauce de los ríos de la península de Osa, en el Pacífico sur del país.

Así lo denunció un estudio de maestría hecho por el científico Juan José Alvarado, del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica.

Nuestro país enfrenta serios problemas ambientales por contaminación del agua, la pérdida de grandes extensiones de bosques, deterioro de los recursos pesqueros, mal manejo de las aguas negras que provoca contaminación en los ríos y gran deterioro del medo ambiente, reducción de las especies silvestres, son parte de la problemática que enfrenta Costa Rica en el deterioro del medio ambiente, por lo que no se da un desarrollo sostenible y sustentable, en beneficio de una vida más sana y de las futuras generaciones de costarricenses.

En el último informe sobre el Estado de la nación, publicado a finales del 2009, se asegura que se están perdiendo recursos biológicos en forma acelerada, sin monitoreo ni información sistematizada necesaria para valorar la magnitud del impacto en el ambiente natural y social.

Se suman precisamente a estas situaciones negativas las presiones del mercado maderero sobre los bosques remanentes no protegidos o los proyectos de minería a cielo abierto.

En la península de Osa se ha determinado un grave impacto ambiental producto de las crecientes construcciones, especialmente de casas, que fue confirmado por parte del Tribunal Ambiental Administrativo y la Universidad de Costa Rica, en este paraíso, rico en múltiples especies de árboles y animales.

El papa Juan Pablo II fue un defensor da la protección del medio ambiente; en su oportunidad indicó: ” En efecto, para alcanzar el objetivo de una adecuada seguridad alimentaria es necesaria una correcta gestión de la diversidad biológica para poder garantizar las distintas especies animales y vegetales.

Se trata de un esfuerzo que requiere una consideración de carácter ético y no solamente técnico y científico, aunque estos últimos sean indispensables, de modo que se pueda asegurar la pervivencia de tales recursos y su uso de acuerdo con las exigencias concretas de la población mundial”.

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